
EL CINE ES MODA
El cine es moda, y su discurso, entre otras muchas consideraciones, es eminentemente estético. El cine es la silueta del cowboy, el parche del pirata, la capa del superhéroe y la túnica del mago. El cine es la bandana de ‘Rambo’ (1982), los calentadores de ‘Fama’ (1980) y el sombrero de ‘Indiana Jones’ (1981). El cine son los Levi’s indomables de un igualmente indomable James Dean en ‘Rebelde Sin Causa’ (1955). El cine son las Ray-Ban, todas ellas, las Wayfarer de los ‘Blues Brothers’ (1953), las Balorama de ‘Harry El Sucio’ (1971), las Aviator de Tom Cruise en ‘Top Gun’ (1986) o las Shooter de Johnny Deep en ‘Miedo y Asco en Las Vegas’ (1998), , siempre icónicas y siempre imprescindibles en la construcción de sus personajes protagonistas.
El cine es la camiseta blanca, sencilla y directa, de Marlon Brandon en ‘Un tranvía llamado deseo’ (1951), la estrafalaria bomber de Ryan Gosling en ‘Drive’ (2011) y, sobre todo, el cine es un traje a medida, ya sea en gris si lo viste Cary Grant en ‘Con la muerte en los talones’ (1959), azul oscuro para Christian Bale en ‘American Psycho’ (2000), el negro puro para la banda de ‘Reservoir Dogs’ (1992), un tres piezas si lo lleva –como lo lleva- Steve McQueen en ‘El Caso de Thomas Crown’ (1968), o el que sea, y como sea, si la percha la pone el inmortal Bond, James Bond. Y hablando de Bond, el cine debe ser, sin duda, ese bikini blanco con cinturón creado para la ocasión que lucía Ursula Andress al salir del agua en ‘James Bond contra el Dr. No’ (1962). El cine es y será también, por supuesto, un frac clásico cuando imaginamos a Fred Astaire y su elegancia suprema.
El cine es la gabardina Burberry de Humprey Bogart en ‘Casablanca’ (1942) y, por qué no, también es la de Audrey Hepburn, bajo la intensa lluvia, en ‘Desayuno con diamantes’ (1961) y la del Inspector Jefe Clouseau en la hilarante ‘La Pantera Rosa’ (1963). El cine es ‘Annie Hall’ (1977) con esa Diane Keaton masculinizada a través de las prendas de Ralph Lauren, convirtiendo a su personaje, y a su persona, en la primera “It Girl” del mundo audiovisual. El cine es el Oscar a Prada tras llevarnos, junto a Baz Luhrmann al lado más fascinante y glamuroso de unos neoyorquinos años 20 en ‘El Gran Gatsby’ (2013). El cine es la llegada del casual al diseño de vestuario gracias a ‘Vacaciones en Roma’ (1953) y a una Edith Head que, tras 35 nominaciones al Oscar y 8 victorias, se convirtió a sí misma en icono para la historia –gruesas gafas de pasta, peinado al cazo- y a la que podemos encontrar, como homenaje y referencia, en la figura de Edna Mode en ‘Los Increíbles’ (2004). El cine es, y será, el camino abierto por el mismísimo Tom Ford liderando la definitiva conquista total y tomando el mando de la dirección en ‘A Single Man’ (2009) o ‘Animales Nocturnos’ (2015). Y haciéndolo bien, maldita sea.
El cine ha sido, es, y será moda, porque ambos se atraen, se complementan, se merecen, evolucionan y aprenden mutuamente. El cine es moda, y la moda… es cine.
Este artículo apareció publicado originalmente en el número 2 AFWMAG de 2017.