
40 AÑOS CREANDO VALOR AÑADIDO ‘MADE IN SPAIN’
La marca Igor Shoes se dedica a la fabricación de sandalias de playa y botas de agua para niños y mujer. Especializados en el sector con una gran trayectoria presentan sus nuevos artículos adaptados a las nuevas tecnologías realizando un producto de toda la vida, pero con un diseño centrado en la vanguardia de la moda. Además, esta marca afincada en Alicante, puede alardear de una característica de distinción: su producción se lleva a cabo en España.
43 años creando calzado de plástico es todo un récord, ¿cuál es el origen de IGOR?
Somos una empresa familiar que nació en Guipuzcoa, trasladándose en 1989 a Almoradí, provincia de Alicante, y desde entonces se ha convertido en nuestra base de operaciones.
Más de 40 años dan para mucho, pero básicamente hemos pasado de fabricar para otras marcas hasta el año 2008, a centrarnos en nuestra propia marca IGOR, la cual representa un 80% de la facturación a día de hoy. El 20% restante, representa a unos pocos clientes, a los que fabricamos con su marca y con los que llevamos trabajando más de 20 años. Pero una cosa tenemos clara, y es que queremos seguir fabricando en España la marca IGOR, que nosotros mismos diseñamos y comercializamos.
Después de tanto años comercializando vuestros productos y haber sufrido las distintas crisis económicas del país, ¿cómo se afronta el ser competitivos fabricando en España?
Valor añadido, es la clave. Somos conscientes de la competencia proveniente de Asia, por supuesto. Pero no hablamos el mismo lenguaje en términos de calidad ni en el servicio que ofrecemos. Y esto es apreciado por aquellas personas que valoran los detalles y por ello, están dispuestas a pagar un poco más, ya que existe una consistencia entre producto y marca que se defiende bien a la hora de vender al consumidor final. Por otro lado, no podemos negar que estamos en un sector en el que el sello ‘Made in Spain’ es muy valorado y aún más si cabe, con unos precios asumibles como los nuestros. Este es otro pilar donde nos apoyamos continuamente para la venta nacional y sobre todo en el mercado extranjero.
En vuestros orígenes el 100% de la producción iba orientada al calzado infantil, ¿en qué momento y por qué decidís fabricar colecciones para la mujer? ¿qué línea de producto es mejor acogida por el público?
Desde 1974 hasta 2012 todas nuestras colecciones estaban orientadas a un público infantil y pensadas para padres “a la moda” que quieren vestir a sus hijos con estilo, calidad y comodidad.
En 2013 sentimos que era nuestro momento para ampliar los horizontes de nuestro negocio. No somos de quedarnos estancados e inmóviles. Sentíamos la necesidad de crear nuevos productos para satisfacer una demanda latente en el mercado. Y a partir del verano de 2013, se amplía la línea de producto con nuevas colecciones para mujer. Desde entonces son todo un éxito, ya que no hay mejor opción que madre e hijo vayan conjuntados.
Obviamente nuestro punto fuerte es la colección infantil, ya que llevamos dedicándonos a ello toda la vida.
¿Qué caracteriza a la marca IGOR? ¿Cuál es su factor diferenciador?
Tendencia y moda en calzado de plástico, a precios razonables, es básicamente lo que nos caracteriza. Siendo las protagonistas las botas de agua, sandalias y cangrejeras de toda la vida, adaptando y combinando cada temporada nuestros clásicos diseños, con otros inspirados en las últimas tendencias de moda.
El estilo y la calidad se unen junto con la comodidad y la gran variedad de colores y modelos. Todos nuestros diseños cuentan con una gran variedad cromática y originales estampados, bajo el sello Made in Spain, desde la primera sandalia y bota de agua hasta la última, cuidando hasta el más mínimo detalle.
IGOR, cierra la entrevista con una frase que identifique a la marca…
‘End monotony’ (acaba con la monotonía) nos puede describir a la perfección, ya que nos caracterizamos por ofrecer una amplia gama de modelos, apostando por colores vivos, así como diferentes contrastes y originales estampados. Pero sobre todo, cuando utilizamos unas IGOR, ya sean botas de agua o cangrejeras, sabemos que termina la rutina, dando comienzo a algo diferente y singular, que nos transmite diversión, frescura, energía y espontaneidad.
Este artículo apareció publicado originalmente en el número 2 AFWMAG de 2017 por Marta Abellán.